La ubicación escogida para esta piscina tuvo un propósito muy claro: ser el centro del espectacular jardín donde se sitúa. Las formas sinuosas proveen, en el interior de la piscina, espacios para la socialización muy agradables y cómodos; además, la banca construida alrededor de todo el cuerpo de agua ofrece un lugar para sentarse y compartir con quienes disfrutan del jacuzzi y del lagartero, este último pensado para los niños. 

El color del interior del espejo de agua fue una mezcla de verdes que se integran muy bien con la naturaleza circundante. En las orillas, el mosaico color negro integra mosaicos reflectantes que proveen una iluminación tenue en la noche y permiten el ingreso a la piscina, incluso cuando no hay luces encendidas.