Construir una piscina en el último piso de un edificio representa siempre un gran desafío, y esta no fue la excepción. Sin embargo, se cumplieron todos los objetivos requeridos por el cliente. Tanto la altura donde está situada como el diseño de la piscina, permiten una vista espectacular del entorno circundante.
Una segunda piscina de este proyecto, ubicada a nivel del suelo, es el sitio perfecto para el disfrute tanto de niños como de adultos. El diseño, pensado para un espacio natural y moderno a la vez, se acentúa con la arquitectura del área social. Este proyecto fue acreedor al Grand International Award en el 2011.